La vuelta al cole para los niños con TDAH
Llega
septiembre, y aunque muchas familias lo están deseando, es un temido mes para
muchas familias puesto que para la mayoría de ellas supone la vuelta a la
rutina total: casa, clases, colegio, trabajo, niños… Después de las vacaciones
de verano toca reorganizarse, planificar y estructurar actividades diarias.
La vuelta a las rutinas después de las vacaciones
puede suponer un verdadero suplicio: nervios, prisas, cansancio, falta de
sueño, irritabilidad, todo esto y más puede aparecer después de las vacaciones
al cambiar a las rutinas. Los cambios conllevan mucho estrés y nervios, y en
especial para los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
(TDAH) esta vuelta al cole es algo que les afecta mucho.
La vuelta al cole es para cualquier familia un
periodo de ajetreo y adaptación que conlleva un cierto grado de estrés, tanto
para los niños como para los padres. La preparación del material escolar,
libros, uniformes, cuadernos, etc... que es lo normal para cualquier familia.
Sin embargo, eso es precisamente lo menos importante para las familias con hijo
o hija diagnosticado de TDAH. En estos casos es mucho más importante atender a
los aspectos de tipo organizativo, educativo, y emocional.
Sacarlos
de la cama, la tardanza en prepararse para ir al cole, los bocadillos
olvidados, las luchas de tareas de último minuto, el desayuno perdido y otras
batallas diarias hacen de la temporada de regreso a la escuela una bendición
mixta o una sensación agridulce para muchos padres de niños con TDAH. La
transición de una rutina de verano menos estructurada a un ritmo estricto de
regreso a la escuela rara vez es suave y, a menudo, provoca caos, explosiones
emocionales y agotamiento.
Para una mejor adaptación a esta nueva situación es
importante tener en cuenta las características específicas de nuestro hijo/a y
adaptarnos a ellas a la hora de planificar y poner en marcha la vuelta al cole,
cada niño es un mundo y el hecho de tener TDAH hace las cosas diferentes.
Para afrontar la vuelta al cole y las rutinas
comunes y evitar problemas y decisiones erróneas lo mejor es anticiparse e ir
adaptándonos poco a poco a las rutinas y horarios de forma gradual, debemos ir
adaptándonos desde ya, planeando esa vuelta con antelación y previsión.
Para conseguir esta adaptación y organización es
conveniente, en la medida de lo posible, no alargar las vacaciones hasta el
último momento. Debemos tener en cuenta ese periodo necesario de adaptación no
sólo para los niños sino también para los padres.
Preparar la vuelta al cole.
Planificación: Es importante que nos planifiquemos muy bien, para
ello es conveniente tener listo tanto el material como los libros de texto
(cuando sea posible) antes de que comiencen las clases. Por lo general, y una
vez revisado el material que tenemos en casa podemos hacer un listado con los
materiales y textos que nuestros hijos pueden necesitar. Una buena idea es
acudir a comprar todo el material con el niño, para que sea de su agrado, tomarnos
nuestro tiempo en conversar con él sobre la utilidad de cada cosa que adquiera.
De esta forma evitaremos reiteradas compras y economizaremos el tiempo que le
vamos a dedicar a esto.
También, puede que necesiten que les vayamos
recordando regularmente cuánto falta para que empiecen las clases. Anticipar
los acontecimientos es esencial para ellos y para nosotros como padres.
Organización de la dinámica familiar: es esencial para establecer una
organización de cara al nuevo horario escolar, evitar conflictos y mantener una
organización interna con responsabilidades de todos los miembros de la familia,
repartirse las responsabilidades como padres en las comidas, actividades,
llevar y recoger a los niños del colegio, cenas, etc., jerarquizar las tareas:
"poner en primer lugar lo importante". No se puede abarcar todo de
una vez y los dos padres deben trabajar coordinados de manera que tenemos que
priorizar y establecer un orden.
Esto dicho así parece fácil, pero
los padres con hijos diagnosticados con TDAH han de tener en cuenta que las
mañanas difíciles generalmente están vinculadas a las debilidades de la función
ejecutiva. Un niño con TDAH no tiene un sentido sólido del tiempo, se distrae
fácilmente y carece de pensamiento futuro: la capacidad de comprender cómo las
acciones de uno en el presente afectan su futuro, negativa o positivamente. Una
vez que un padre comprende estos desafíos, puede trabajar productivamente para
enfrentarlos con un horario familiar más inteligente.
Buscar su colaboración: Pedirles su colaboración para
preparar la vuelta al cole puede ser buena idea. Involucrarles y darles
responsabilidad es bueno para que se sientan útiles e importantes y puede
despertar su interés y motivación por el colegio. Que nos ayude a preparar el material,
a hacer el horario escolar, compra de material, así como que tomen parte de las
diferentes actividades extraescolares disponibles según la disponibilidad y
preferencias.
Fomentar la motivación con actitud positiva: fomentar la motivación de empezar
el nuevo curso buscando y destacando los aspectos positivos de volver al cole
puede ayudar a motivar a los niños a empezar con positivismo esta nueva etapa:
el reencuentro con los amigos, excursiones, el recreo, nuevas actividades, la
posibilidad de hacer nuevas amistades, poner en práctica lo aprendido durante
el verano, etc.
Dar apoyo a nuestros hijos en su nueva etapa
escolar: Escuchar los miedos e inquietudes de nuestros hijos, no negarlos e
intentar razonarlos. El niño con TDAH puede estar más nervioso ante la vuelta
al cole porque, en muchas ocasiones, sus experiencias allí no han sido siempre
positivas. Favorecer la comunicación con nuestros hijos hará que cuente con un
apoyo familiar ante los problemas que puedan surgirles y de ese modo pueda afrontar
mejor las situaciones difíciles que puedan surgirle (fracaso escolar, rechazo
de los iguales, sensación de incompetencia, frustración, etc.). Es aconsejable
que mantengamos con nuestros hijos una comunicación abierta y comentar con
ellos su día de colegio, escucharlos sin juzgar, apoyarlos, etc.
Trasmitirles confianza en sí mismos: Se trata de transmitir confianza
y seguridad para el nuevo curso. No olvidemos que están sometidos a una gran
presión y que suelen tener mayor sentimiento de fracaso. Buscar siempre el
aprendizaje sobre el éxito, maximiza los resultados, potencia la autoestima y
garantiza la motivación sobre la tarea. Debemos adecuar la tarea a sus
capacidades, de tal manera que se sienta competente y confiado en sus
capacidades.
Programar y coordinar las actividades
extraescolares: Debemos tener en cuenta también a la hora de organizarnos, las actividades
extraescolares. Las actividades extraescolares son muy beneficiosas para estos
niños, ya que ayudan a canalizar la energía y las emociones, pero no debemos
olvidar que sobrecargar con excesiva actividad extra-escolar puede ser
contraproducente. Lo primero que nos debemos plantear es la necesidad de cada
una de ellas y si son realmente estimulantes y adecuadas para el correcto
desarrollo y evolución de nuestro hijo con TDAH.
Hay que jerarquizar las necesidades intentando encontrar
un equilibrio entre una actividad de tipo lúdico/deportiva y una actividad de
formación extracadémica (idiomas, música, refuerzo académico, etc.)
Los deportes son siempre una excelente opción dado
que, por ejemplo, en aquellos que se practiquen en equipo va a poder emplear y
desarrollar las habilidades sociales que posee, pero siempre aconsejamos
deportes de equipo con número reducido de participantes o deportes individuales
(pero en compañía) donde se planten retos personales.
Por su parte, hay muchos que precisan de apoyo
académico fuera del aula, para lo que os recomendamos que este sea en grupos lo
más reducidos posibles o, mucho mejor, de manera individual. Con ello evitamos
distracciones y aseguramos que el tiempo que dedica a ello es mucho más
aprovechado.
Recuperar las rutinas: Es muy importante empezar a
adaptarse a las rutinas un tiempo antes de que comience el cole (volver a los horarios
de descanso, comidas, sueño, etc.). Semanas antes debemos ir acostando a los
niños antes para levantarlos a una hora más temprana hasta llegar a los
horarios normales, reduciendo paulatinamente las horas de juego y tiempo libre
(que suelen ser más amplias durante las vacaciones) para sustituirlas por otras
actividades más relacionadas con lo académico (leer, repasar, escribir, etc.).
Debemos tener en cuenta que, si no se han seguido las rutinas durante el
verano, volver a ellas puede ser muy complicado. Probablemente tendremos que
dedicar más tiempo a supervisar, recordarles más a menudo qué deben hacer, cómo
y cuándo.
Las rutinas son indispensables para los niños con
TDAH y para sus familias. La finalidad de una rutina o estructura es garantizar
un buen equilibrio entre actividad y descanso, entre estimulación física y
mental, y entre actividades que permiten al niño desarrollarse como individuo y
las que le enseñan aptitudes sociales y de convivencia con sus semejantes.
Cuando hablamos de hábitos y rutinas hablamos de automatización de conductas;
los niños con TDAH tienen muchísima dificultad para automatizar conductas y
esto tiene que ver con el retraso en el desarrollo del lenguaje interno, otra
de las Funciones Ejecutivas afectada.
Para muchos de vosotros la rutina de la mañana es
de las más complicadas del día: levantarse, vestirse, desayunar… puede llegar a
resultar caótico y hacernos llegar tarde al colegio y al trabajo. Para ello, es
muy importante que desde pequeños trabajemos con ellos la interiorización de
rutinas, la adquisición de hábitos, y realizarlo por ejemplo a través de un
sistema de economía de fichas, contratos, etc. Si nos encontramos con niños más
mayores podemos adaptar este sistema a sus preferencias e ir con ello logrando,
poco a poco, el mejor desarrollo de rutinas.
Por ello, os doy estos 10 pequeños consejos que os
facilitaran el volver a establecer una rutina de cara al nuevo curso escolar:
1.
Establecer un programa de las actividades diarias. Lo ideal es que lo hagáis
juntos y así el forme parte del proceso organizativo.
2.
Concretar un horario y plazo límite para realizar cada una de las
actividades del programa.
3.
Utilizar un código de color para clasificar las actividades y tareas. De
esta forma será más fácil identificarlas.
4.
Colocar el programa de actividades en un lugar y a una altura accesible
para el niño. De esta forma le resultará fácil consultarlo.
5.
Crear listas de materiales necesarios para cada una de las actividades,
para que pueda comprobar que no se le olvide nada a la hora de comenzar, ni a
la hora de recoger cuando haya terminado.
6.
Utilizar sistemas de organización para que le resulte sencillo encontrar lo
que necesite. Una zona para los libros, otra para los juguetes, otra para las
cosas del colegio…
7.
Elaborar una lista de organización para determinar dónde se guarda cada
cosa.
8.
Enseñarle a utilizar el reloj y asegurarse de que lo lleve puesto, para que
pueda gestionar el tiempo de cada una de las actividades y tareas.
9.
Establecer un sistema de recompensa para los casos de organización eficaz.
10. Procurar que el niño tenga
ocasión de demostrar su talento para ayudarle a reforzar su autoestima.
Retomar los sistemas de organización en casa: Los carteles con normas y
límites, rutinas y horarios pueden volver a ser necesarios. Es importante
revisar las antiguas normas con el fin de valorar si consideramos que deben
seguir vigentes o debemos realizar modificaciones. A medida que pasan los
cursos, los niños deben asumir más responsabilidades y las consecuencias de sus
acciones deben ser más coherentes con su grado de madurez y entendimiento.
Empezar, por lo menos, dos semanas antes hará más fácil interiorizar las normas
y recuperar la dinámica familiar del curso.
No hay que olvidar que a veces los niños responden
al estrés de la vuelta al cole con llantos, rabietas, dificultades para dormir,
irritabilidad. Esto puede ocurrir incluso si hemos preparado y anticipado la
vuelta al cole. Normalmente no es preocupante, estas conductas suelen ser
pasajeras y terminan desapareciendo. Pero si tarda mucho en adaptarse o las
conductas empeoran hay que hablar con el profesor para tratar de averiguar qué
pasa y si es necesario acudir a un profesional.
Gestionar las ayudas y los protocolos: Establecer un calendario de
citas y seguimiento con el centro escolar y los servicios de salud es
fundamental de cara a valorar el desarrollo y la evolución de nuestro hijo/a y
revisar y plantear objetivos.
En el aspecto sanitario debemos revisar y
actualizar los informes clínicos, valorar el progreso, cambios significativos,
el peso y la talla y la adecuación del tratamiento farmacológico, así como la
revisión de las pautas y objetivos terapéuticos.
En el aspecto académico debemos revisar los
informes psicopedagógicos con el fin de verificar que la valoración
psicopedagógica está en vigor o solicitar la realización de una si no se tiene
ésta. También es importante solicitar una cita con el orientador y el tutor
escolar al principio de curso, con el fin de plantearles la situación de
nuestro hijo/a, establecer objetivos académicos y personales y gestionar las
ayudas y apoyos desde el centro escolar y el hogar. También es importante
revisar las ayudas y los apoyos económicos con lo que podemos contar desde las
diferentes instituciones.
El rincón de estudio.
Sabemos que uno de los caballos de batalla para
muchos niños con TDAH es el ámbito académico. Es importante que, para poder
enfrentarse de la mejor manera posible al estudio y a las tareas, cuenten en
casa con un rincón exclusivamente dedicado al estudio. Este puede estar o no en
su habitación, dependerá de la organización de cada casa, pero es importante
que cuente con unas características propias:
·
Evitar elementos distractores como televisiones, radios, teléfonos y
cualquier aparato electrónico que sea de su agrado.
·
Que cuente con espacio para poder tener organizado el material de clase,
libros, libretas y todo lo que hayamos adquirido en la compra de material.
Recordemos que si cada cosa cuenta con un sitio definido para depositarlo, será
mucho más fácil para el niño no extraviar nada y también guardarlo y
encontrarlo cuando lo necesite. Podemos emplear etiquetas o tarjetas para
marcar el sitio de cada elemento, por ejemplo. Si hacemos esta tarea de
organización con él, no lo verá como algo impuesto e incluso pude resultar
divertido para él además de tranquilizador al saber que antes de comenzar las
clases cuenta con todo lo que va a necesitar.
·
La luz y la comodidad también son requisitos indispensables. Una buena
lámpara y una silla cómoda mejorarán las condiciones que tenga su rincón de
estudio.
·
Espacio despejado en su mesa de trabajo. Cuantos menos objetos tenga a la
vista, más difícil le resultará distraerse. Para ello es recomendable guardarlo
todo en cajones o cestas marcadas. De esta forma también será más sencillo para
él mantener el orden de este espacio.
Las tareas de casa.
Es importante que los niños, en función de su edad,
colaboren en el mantenimiento de las labores de casa, ya que esto les ayuda a
verse parte de la familia y a adquirir responsabilidades y autonomía.
Para hacerlo, como siempre, es recomendable que el
niño tome parte en la planificación y reparto de tareas que se haga, que se
tenga en cuenta su opinión y, por qué no, sus preferencias, así las tareas que
realice serán más de su agrado y las desarrollará mejor.
Tiempo en familia.
Reconocemos que en muchas ocasiones es costoso
llevar a cabo el día a día entre trabajo, colegio, casa, actividades
extraescolares y un sinfín de cosas más, por ello es importante que reservéis
tiempo durante la semana para la familia, para pasar tiempo juntos, leer,
pasear o hacer aquello que os guste, ya que es una forma estupenda de
recompensar todo el esfuerzo que diariamente, padres e hijos, realizáis.
¡¡¡Los niños con TDAH no son
problemáticos, tienen un problema!!!