domingo, 28 de julio de 2013

http://es.calameo.com/read/0010923396dd785ab1269 TDAH consejos para profesores


Asociación Nazarena de Familiares y Afectados por Trastorno Hipercinético (ANFATHI)

ESCUELA DE PADRES “Soy coach de mi hij@”

Dr. Psicología Hipólito Macías Pichardo
 

TDAH: LA ACEPTACIÓN

La aceptación del Trastorno por Déficit de la Atención e Hiperactividad (TDAH) parte del entendimiento, es decir, de saber por qué nuestro hijo hace lo que hace, porqué reacciona de esta manera, por qué no resultan efectivas determinadas medidas y en cambio sí lo son otras, porqué no es capaz de hacer determinadas cosas, porqué muestra interés o desinterés ante determinados estímulos, porqué le cuesta tanto cambiar y adaptarse, etc.

Pero la aceptación no es sólo conocer y entender el trastorno sino tomar conciencia, implicarse y comprometerse de forma activa en la intervención con el niño en sus dificultades, objetivos y tareas.

La aceptación debe de estar presente en todos los sujetos de apoyo que rodean al niño (escuela, familia, ámbito social, la Sociedad) pero en ocasiones nos encontramos con situaciones donde sólo algunos de estos sujetos aceptan el trastorno mientras el resto se mantiene indiferente, o incluso lo rechaza.

Los padres con niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad son culpabilizados de los desajustes de sus hijos por la propia familia, el colegio y la sociedad. Por ello, desde la Asociación Nazarena de Familiares y Afectados por el Trastorno Hipercinético (ANFATHI) nos tomaremos muy en serio lo anterior. Para ello se llevarán a cabo campañas con el fin de conseguir la aceptación del TDAH en todos los ámbitos de la vida y que este trastorno sea visto por todos como una cosa tan normal como puede ser el poner gafas a nuestro hijo cuando tiene un problema de vista.

Por todo ello, los padres deben tener conciencia de que tendrán que educar a un “niño desconcertante” porque será inteligente y cariñoso, pero también más inmaduro en todo lo que se refiera a las funciones asociadas al lóbulo frontal.

Un niño hasta 3 años podrá parecer menor en su capacidad para controlarse físicamente (más hiperactivo o impulsivo) y para controlarse emocionalmente (exteriorizará más sus emociones, las positivas y negativas). Pero, el niño con TDAH también se cansará antes en tareas que requieran atención sostenida, le costará mucho automatizar las rutinas diarias, perderá cosas, tendrá más olvidos, etc.

Los padres deberán pues, ser pacientes, ajustar sus demandas a la capacidad real de niño (para ello necesitarán apoyo de un profesional), plantearse objetivos concretos y tener una actitud vital y positiva ayudándoles a destacar sus logros. Pero, también deberán formarse en educación (con estos niños no vale ser un padre de tipo medio), aprender a reorganizar su vida para que todo sea más llevadero, buscar apoyos familiares y sociales, aprender a no caer en el sentimiento de culpa y controlar su propio estrés.